Parece como si todo cambiara de color de repente;parece como si los problemas que había hasta ese instante dejen de existir... o como que nos afectan mucho menos... o quizás mucho más que antes; parece como si de repente todos fuésemos ricos porque gastamos compulsivamente y nos postramos incondicionalmente a todo lo que nos quieran vender; parece como si toda esa mesura de antes, necesidad de ahorro, consumo responsable, ... ya no hicieran falta.
Parece, sólo parece,... y mientras tanto se nos pasa de largo la realidad TAL COMO ES.
Desde la perspectiva cristiana es incomprensible el modo en que gran parte de la población emprende la vivencia de estos días; la celebración del nacimiento de Jesús (eso es la Navidad realmente) se ha convertido en una buena excusa para el negocio consumista por excelencia: grandes superficies o cadenas comerciales de mucho poder mediático hacen su agosto en pleno invierno y si para ello han de "utilizar, manipular o mangonear a su antojo esta celebración religiosa"... pues adelante con ello: lo importante para ellos no es este nacimiento de Jesús sino sus bolsillos.
Esto no nos tiene que desanimar quedándonos pasivos y conformes sumándonos a esta corriente absurda ni tampoco rabiosos con esta situación.
Nuestra actitud tan sólo necesita ser COHERENTE con lo que pensamos realmente que debiera ser:
- Si somos creyentes cristianos... vivamos este acontecimiento con esa alegría natural de celebrar el nacimiento de Jesús pero atendiendo a su significado y no a las estas formas actuales, las que hemos querido darle y con las cuales hemos colaborado haciéndoles el juego. Seamos COHERENTES.
- Si no somos creyentes cristianos pero igualmente queremos celebrar estos días... hagámoslo también con COHERENCIA, sin caer en las trampas consumistas del sistema que todo lo quiere mercantilizar, a todo le quiere sacar rendimiento o rentabilidad económica.
Ahora tú decides.
¿Con qué Navidad te quedas?: ¿con la que Jesús de Nazaret nos enseñó, la del Dios encarnado en Jesucristo?, o... ¿la de este sistema que todo lo cosifica dejando siempre en la cuneta a los mismos para los que Dios se hizo hombre?.
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