Día de las bibliotecas (24 de octubre)
OBJETIVO DE LA JORNADA: Conocer, valorar y promocionar el bien colectivo de las bibliotecas para el adecuado uso de las mismas como riqueza cultural, instrumento de intercambio de saberes y también de encuentro formativo interpersonal.
La
biblioteca de mi pueblo.
Teníamos un
maestro para todo el pueblo y a la escuela íbamos mayores y pequeños. El
maestro se las ingeniaba para lograr que cada alumno/a adquiriese la cultura y
formación necesaria para que ya cumplidos los 14 años pudiera presentarse a
unos exámenes que le diesen como fruto el “Certificado de Estudios Primarios”
(aquéllos que suspendieran recibirían el “Certificado de Escolaridad”).
Todos los
sábados organizaba salidas, excursiones a pie, por supuesto (allí no había guagua
escolar ni dinero para pagarla) y nos llevaba a unos espacios u otros
dependiendo de la actividad y vida natural, social, económica, productiva, etc…
del municipio. En esas excursiones nos mostraba muchos de los conocimientos que
habíamos trabajado en la escuela durante la semana dándonos a conocer la
aplicación práctica que la gente realizaba de lo que nosotros aprendíamos a
través del “libro de memoria” (era un solo libro en el que estaban todos los
saberes, esto para los mayores; los pequeños estaban con las "cartillas").
No había
internet, por supuesto, ni ordenadores y tantas tecnologías como hoy tenemos,…
Aquel maestro tampoco tenía que cumplimentar programaciones kilométricas, ni
informes, ni adaptaciones curriculares, ni estar constantemente evaluando con
rúbricas ni criterios de calificación, ni… tanta y tanta montaña de cosas que
hoy para algunos es tan “esencial”,… pero aquel hombre nos enseñaba para la
vida, nos enseñaba a ser personas, a interactuar aprovechando nuestros saberes
con nuestro mundo real,… y nadie quedaba dejado de su mano pues hasta lo que
hoy entendemos que es cosa de los “trabajadores sociales”, “educadores sociales”,
“psicólogos”, “educadores familiares”, etc… lo asumía él de manera natural: no
había hogar del pueblo donde él no hubiera estado varias veces al año para
conocer, dialogar, compartir impresiones, escuchar,… acerca de su alumnado
(siempre era sobre nosotros); hoy nuestro modo de funcionar no se lo permitiría,
lo hemos burrocratizado (perdón, es “burocratizado” todo hasta el extremo y
seguimos aumentando más todavía esa burocracia).
Un día en
que íbamos a salir de excursión ya preparados en la escuela (quedábamos allí)
para hacer una visita a un campo en el que iban a abonar un campo con
estiércol los nubarrones con que el día amaneció empezaron a descargar y de lo
lindo. Estuvimos dentro de la escuelita durante casi dos horas: la trompa de
agua parecía no querer cesar. Durante ese tiempo jugamos a las cartas, a las
adivinanzas, al ajedrez con tableros y fichas que habíamos hecho como trabajo
manual años atrás,… pero echábamos de menos –algunos sobre todo- libros para
leer tranquilamente como los que teníamos en casa.
Hablamos
con el maestro sobre eso, le pedíamos que nos trajera libros de su casa
(imaginábamos que como sabía tanto de tantas cosas… seguro que él tendría en su
casa montañas de libros) y el nos contestó:
- “Mis
libros no son muchos, son muy poquitos pero además son para mayores. Mejor
utilizar los de ustedes. Les propongo que el lunes se traiga cada uno de su
casa un libro, sólo uno, y formamos en la escuela una biblioteca y así… cuando
nos pille una tormenta como la de hoy… además de los juegos… tenemos esto ¿qué
les parece?”.
Y así fue
como nació nuestra “Biblioteca Escolar”.
Cada uno
trajo de su casa un libro (muchos, la verdad, eran un desastre: algunos hasta
sin tapas; otros tenían hojas rotas, sueltas,… todos muy manoseados ya; pero en
clase, en la hora de Manuales, los reparamos todos, inventamos y creamos tapas
nuevas para los libros que no las tenían; los forramos con papel de embalar
(así salía muy barato); les pusimos un papelito pegado en el lomo con el nombre
del niño o niña que había traído ese libro y la temática de dicho libro, la
edad recomendada,… y luego aprovechando unas maderas que la carpintería del
pueblo nos regaló el maestro nos enseñó a crear una estantería para libros
(acabó el tiempo de escuela de aquel día y después de pedir permiso a nuestros
padres nos quedamos allí un buen rato más hasta terminarlo: aquello era
maravilloso, ¡íbamos a tener nuestra propia biblioteca!).
El cura del
pueblo nos trajo biblias para niños y otras para jovencitos y mayores; el
médico nos trajo revistas y algún libro de medicina que nadie entendía… pero
ahí lo vino a traer; el alcalde nos dio dinero para comprar otros libros que
fueran necesarios;…
Podíamos
sacar los libros de la biblioteca y llevárnoslos a casa. Eso sí, debíamos
devolverlos como más tardar al cabo de dos semanas. Nombramos a varios
compañeros como “bibliotecarios” y ellos se encargaban de llevar control de
esto y el maestro les ayudaba a hacerlo bien, muy bien.
Fue tan
estupenda la idea que hasta los del pueblo de al lado se copiaron de nosotros e
hicieron lo mismo porque sin apenas gastar dinero podíamos leer de todo y
disfrutar mucho más que con lo que antes teníamos en casa: ahora es como si
hubiésemos juntado todas las casas y las tuviéramos todas en la escuela. Una
vez, incluso nos vinieron a ver los del pueblo de al lado con su maestra (ellos
tenían maestra) y más tarde les devolvimos la visita. Fue estupendo juntarnos
para compartir historias que habíamos conocido a través de los libros y también
de cómo unos y otros habíamos conseguido montar nuestras respectivas
bibliotecas: vimos que los del pueblo de al lado no eran tan ruines como
pensábamos y que tenían gustos muy parecidos o iguales a los nuestros, los
mismos juegos,… nos hicimos amigos y hasta nos escribíamos cartas;…
Todo
gracias a aquel día de lluvia.
¿Y
ustedes?. ¿Cómo es su biblioteca escolar?.
Santi Catalán
PARA
AMPLIAR:
- Día de las bibliotecas.
- Propuesta didáctica para una mejor utilización de la biblioteca de aula.
- Propuestas de animación a la lectura.
PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué conclusiones obtenemos de lo que el vídeo nos presenta?, ¿y del texto de esta entrada?.
- ¿Cómo podríamos crear nuestra biblioteca de aula o mejorarla en todo lo posible?.
- ¿Qué valores puede aportar y desarrollar en nosotros la biblioteca de aula?.
- ¿Qué actividades podríamos desarrollar en nuestra escuela unitaria, nuestro colegio, instituto,... para fomentar todos los valores que puede aportar una biblioteca escolar o de aula?.
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