viernes, 23 de marzo de 2018

Meteorología para niños





Día de la meteorología (23 de marzo)

OBJETIVO DE LA JORNADA:  Conocer los fundamentos de esta celebración y valorar el gran servicio que los meteorólogos ofrecen para prevenir desastres naturales y salvar vidas humanas.
La meteorología explicada para niños.

El tiempo meteorológico es una de las pocas cosas que nos afecta a todos los seres humanos por igual, condicionando nuestras actividades.  Todos sabemos a lo que se refiere una persona cuando habla del tiempo, pero hemos querido consultar a los que más saben del tema en Ciencia Divertida para explicároslo con detalle. Según nuestros profesores expertos en la materia, la meteorología es una rama de la Física que estudia los fenómenos que tienen lugar en la atmósfera, el estado de la misma, las previsiones y las tendencias.

No debemos confundir tiempo con clima, ni meteorología con climatología. Simplificando, podríamos decir que la meteorología es la ciencia que estudia el comportamiento de la atmósfera en un lugar determinado y en un período de tiempo que alcanza hasta no más de una semana. Mientras que la climatología estudia un periodo largo, desde 20 a 30 años, hasta lo que ocurrió en la antigüedad.

En este sentido, la meteorología es una ciencia auxiliar de la climatología, ya que los datos atmosféricos obtenidos en múltiples estaciones meteorológicas durante largo tiempo se usan para definir el clima, predecir el tiempo atmosférico, comprender la interacción de la atmósfera con otros subsistemas, etc. El conocimiento de las variaciones meteorológicas y el impacto de las mismas sobre el clima ha sido siempre de suma importancia para el desarrollo de la agricultura, la navegación, las operaciones militares y la vida en general.

Existen registros de los cambios que se producen en la atmósfera terrestre que datan del Antiguo Egipto, lo que demuestra que siempre ha sido un aspecto influyente en nuestra vida, desde los tiempos más remotos hasta la actualidad. Si bien es verdad que ahora sabemos más y disponemos de más medios para poder determinar las previsiones del tiempo, los cambios en la atmósfera continúan sorprendiendo a los habitantes de la Tierra en un momento u otro.

Los cambios meteorológicos se producen principalmente porque el Sol, nuestra fuente de energía, proyecta sus rayos sobre nuestro planeta y calienta el agua de los océanos y el aire. La intensidad con la que se calienta en unas zonas u otras determina el clima de cada espacio, provocando fenómenos como lluvia, nieve, viento, granizo, sequía…

Si observamos la Tierra desde el espacio, fuera de la atmósfera, veremos al Sol a un lado en posición paralela a nuestro planeta. Por lo tanto, los rayos solares inciden con más fuerza en la zona del Ecuador y apenas llegan al Polo Norte y el Polo Sur,  lo que explica por qué hace calor en la zona central del planeta y ambos Polos permanecen helados.

La Tierra está rodeada por una capa de aire, la cual está moviéndose continuamente. Dentro de esta capa las corrientes de aire, más ligero, o más pesado, se van desplazando. Estas corrientes bajas presiones –aire sube, la presión desciende en la zona donde hay menos aire. Seguro que os habéis fijado al observar un mapa del tiempo que suelen aparecer zonas señaladas con una B o una A. Las zonas marcadas con la B indican una zona de bajas presiones, donde el aire tiende a subir y la presión desciende en aquellas zonas donde hay menos aire. Esto provoca que en estas zonas el tiempo esté nublado, llueva o nieve.
Por el contrario, en las zonas señaladas con una A se está advirtiendo que es un área donde predominan las altas presiones. Las masas de aire de la atmósfera descienden hacia la Tierra y aumentan la presión. Esto provoca buen tiempo, cielos despejados y temperaturas agradables.

PARA AMPLIAR:

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:

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