sábado, 9 de junio de 2018

Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado





Día del refugiado (20 de junio)

OBJETIVO DE LA JORNADA:   Conocer las causas que llevan a que personas y pueblos enteros tengan que abandonar su tierra, conocer las consecuencias de ello y adoptar actitudes solidarias con estas personas.
Refugiados, el último fracaso de Europa.


Sólo el 30% de los refugiados que la UE repartió en cuotas hace dos años han llegado a sus países de acogida. España, obligada a reubicar a más de 9.000 personas, sólo ha acogido al 13%. Los acuerdos para bloquear las rutas y la discriminación por nacionalidad ponen en evidencia el programa que finaliza ya.


La UE sólo ha acogido o tramitado la acogida de 28.732 personas.
Los Estados de la UE tenían que acoger de forma obligatoria a 98.255 personas llegadas a Grecia e Italia, según los acuerdos, aunque se comprometieron a acoger hasta 160.000. Según el último informe de la CE, del 6 de septiembre, la UE sólo ha acogido o tramitado la acogida de 27.695. Según los datos de la OIM, actualizados a 20 de septiembre, la cifra aumenta hasta 28.732. Es decir, que Europa sólo ha acogido a poco más del 28% de lo que se propuso en 2015 para “aliviar la presión” sobre Grecia e Italia.

España, a la cola de Europa.
La cifra es menor aún en el caso español. Es el tercer país de la UE con mayor cantidad de refugiados reubicables asignados, y uno de los que va a la cola en cuanto al cumplimiento de cuotas. El Gobierno ha tenido dos años para acoger a las 15.888 personas a las que se comprometió. En realidad, Bruselas le obligaba a reubicar a 9.323, pero sólo han llegado o van a llegar 1.257 procedentes de Grecia (1.089) e Italia (168), apenas el 13% del total.

Zoido esgrimió la excusa de la carta griega para justificarse, pero lo cierto es que tampoco se esforzó mucho por “aliviar la presión” de Italia. De allí tendrían que haber llegado 2.676 solicitantes de asilo, pero sólo están aquí 168, según el informe de la CE. La OIM, con datos del 20 de septiembre, habla de 190, un 7% del total. Sin embargo, el ministro no ha leído ninguna carta italiana en el Congreso.

La ONG Oxfam Intermón demandó al Gobierno ante la Comisión Europea por el incumplimiento de las cuotas. Además, la organización exigía "con carácter de urgencia" y a través de un requerimiento, que Bruselas "envíe un dictamen y una carta motivada que abra la posibilidad de que la Justicia Europea actúe antes de que expire el plazo de los acuerdos”. Aún no ha habido respuesta.

Fracaso europeo.
Pero no es una cuestión sólo española. En realidad, casi ningún país ha cumplido las cuotas, y los que lo han hecho tenían compromisos muy pequeños, como Malta, con 148 reubicados; o Letonia, con 481. Francia y Alemania son los países que más refugiados asignados han acogido, aunque ninguno se ha acercado al 100% del cupo. La canciller Angela Merkel, que defendió el reparto de cuotas y dio la batalla para que éstas fueran mayores, sólo ha acogido a 8.089 de los más de 27.500 comprometidos, apenas un 30%, y sin embargo, le ha pasado una cara factura en las elecciones del domingo, en las que la extrema derecha antinmigración ha irrumpido como tercera fuerza política. A Francia le correspondían 19.714 refugiados, pero a fecha del 20 de septiembre sólo han llegado 4.427, poco más del 22%.

Alemania sólo ha reubicado al 30% de los refugiados comprometidos. Francia, el 22%
Eso sin mencionar los Estados que directamente han hecho caso omiso de las órdenes de Bruselas, como Polonia, que no ha acogido a ningún refugiado de los más de 6.000 comprometidos; o Hungría, que tampoco ha tramitado ninguna reubicación de las 1.300 a las que estaba obligado; o Austria, a donde sólo han llegado 15 de los 2.000 refugiados que tiene que acoger.

Los casos de Eslovenia y Hungría han llegado hasta el Tribunal Europeo de Justicia (TJUE), ya que ambos países, de gobiernos conservadores, recurrieron la orden del Consejo de Europa que fijaba las cuotas. El TJUE rechazó sus recursos y les obliga a cumplir con su parte, pero teniendo en cuenta que casi ningún país se ha acercado al 100% de las cuotas, las organizaciones que asisten a los solicitantes de asilo tienen serias dudas de que este fallo sirva para algo. Del mismo modo, la CE inició procedimientos de infracción contra Hungría, Polonia y República Checa por no cumplir sus cuotas, aunque se desconoce si habrá algún tipo de sanción.

El fracaso europeo también queda patente en el caso de los reasentamientos. Aunque estás cuotas no son obligatorias, los países se comprometieron a reasentar a 22.500 personas desde los campos de refugiados de países como Líbano, Turquía o Jordania, donde permanecen millones de personas que han escapado de la guerra. Sólo han llegado a Europa 17.300, la mayoría, desde Turquía. España se comprometió a acoger a 1.449 de ellos, pero sólo se han tramitado 631 solicitudes.

Siguen las llegadas pese al acuerdo con Turquía.
La prioridad para Europa nunca fue asistir a quienes escapaban del peligro en el mayor éxodo de personas desde la Segunda Guerra Mundial. Prueba de ello fueron las diferentes vallas, alambradas y muros que varios países de la UE levantaron ante la llegada de los refugiados. Pero la muestra más clara no han sido muros físicos, sino acuerdos entre países. Para aliviar la carga soportada por Grecia e Italia, Bruselas propuso el sistema de cuotas de acogida, pero un año más tarde llegó la declaración por la que Turquía se comprometió a frenar a los refugiados a cambio de 6.000 millones de euros.

Las llegadas a Grecia han disminuido un 90% desde entonces, pero para la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) supuso “cambiar las reglas del juego en mitad del partido”, ya que sólo podían acogerse al programa de reubicación las personas que llegaron a Grecia antes de la firma del acuerdo UE-Turquía. Además, se han producido expulsiones de refugiados desde las islas helenas, violando la convención de Ginebra, y aunque las llegadas han caído en picado, en lo que va de año han conseguido alcanzar la costa Griega casi mil personas de Siria, Irak, Afganistán y Pakistán.

Italia, una gestión lenta.
Siguiendo el ejemplo turco, Bruselas ha conseguido reducir las llegadas a las costas italianas mediante acuerdos con un país sin Estado. Libia recibe financiación y formación para los guardacostas de una de las facciones que controlan el país a cambio de hacer de muro en pleno Mediterráneo. Pero eso no significa que la gente no siga huyendo de situaciones de conflicto ni que la fortaleza Europa sea del todo impenetrable.

A las costas italianas han arribado en el 2017 alrededor de 105.000 personas, según la OIM. La mayoría de ellos, procedentes de Nigeria, Bangladesh, Guinea, Costa de Marfil y Mali. Según el último informe de la CE, en el país transalpino había el pasado año 20.700 solicitantes de asilo que se ajustan a los requisitos del programa de acogida, a los que se suman otros 7.600 registrados en lo que va de 2017. Sin embargo, la Comisión afea en su informe que las trabas burocráticas y la ineficiencia en las tareas de identificación y registro de personas han hecho que sólo se hayan inscrito en el programa 4.000 personas este año, y sólo 11.000 desde que Bruselas dio luz verde al sistema de cuotas. Estaba previsto que casi 35.000 refugiados salieran de Italia en dos años. No llegan a 9.000 los reubicados.

Las trampas del programa.
La carta de Grecia y las pocas reubicaciones efectuadas desde Italia ponen de relieve, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que este programa ha sido “un muro de mentira y excusas”. Aparte de los acuerdos con Turquía y Grecia, CEAR y otras organizaciones denuncian la discriminación por nacinoalidad del programa europeo.

Tan sólo los refugiados de Siria, Yemen y Eritrea tienen cabida en el programa de reubicación y reasentamiento. Esto se debe a que, para ser considerado “reubicable”, el demandante de asilo tiene que proceder de un país cuya tasa de reconocimiento de protección internacional sea del 75% de media en el conjunto de los Estados miembro. Si el demandante es de países en guerra como Irak, Afganistán, Mali, República Centroafricana, etc. no tienen cabida.

Además, denuncian la falta de coordinación entre las agencias europeas y los gobiernos y las autoridades italianas y griegas y la falta de mecanismos efectivos de sanción en caso de incumplimiento. Recuerdan que, pese a que se cumple el plazo, las obligaciones de Bruselas siguen en pie y piden que se acelere la llegada que las personas que han podido registrarse en el programa.


PARA AMPLIAR:
PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué conclusiones obtenemos tras la lectura de este artículo?.
  • ¿Cuáles pueden ser las razones por las cuales Europa parece jugar a ser acogedora pero de facto no cumple con sus propias resoluciones?.
  • ¿Cómo podríamos generar en la sociedad una mentalidad más abierta, acogedora y solidaria ya no sólo con los refugiados sino también con los inmigrantes que, aunque tienen un status distinto también han tenido que dejar sus lugares de origen para buscar una vida mejor?.
  • ¿A qué podemos comprometernos nosotros, desde el ámbito docente, para desarrollar entre nosotros y en la sociedad de la que formamos parte conciencia más solidaria con todo ser humano que pase por grave necesidad?.

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